Carlos Graef Fernández

Carlos Graef Fernández
El mexicano que retó a Einstein
Carlos Graef Fernández fue un destacado matemático y físico mexicano. Como conferenciante, investigador y organizador sus contribuciones fueron ampliamente reconocidas.
Una época
"(Carlos) Graef es una época... Graef significa un estilo de hacer ciencia, de devoción a la Universidad y a México" (A. Barajas)
Libro abierto
Decía Galileo que el mundo era un libro abierto; sólo que está escrito en caracteres matemáticos. Para el Dr. Carlos Graef era fácil leerlos y además cuando los describía se volvían luminosos.
Fundador
Su presencia fué importante y a veces decisivo en la creación de la Facultad de Ciencias, del Instituto de Matemáticas, de la Sociedad Matemática Mexicana, de la Sociedad Mexicana de Física, del Observatorio de Tonantzintla, de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, etc
Se especializó en el estudio de las órbitas de las partículas cargadas de electricidad que se mueven en el campo magnético de la Tierra, en la teoría de gravitación y en la teoría general de la relatividad.

Carlos Graef Fernández
Su presencia ha sido muy importante, a veces decisiva, para la creación de la Facultad de Ciencias, del Instituto de Matemáticas, de la Sociedad Matemática Mexicana, de la Sociedad Mexicana de Física, del Observatorio de Tonantzintla, del Laboratorio Van de Graaff de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, del Laboratorio de Ultracentrífugas; para la participación activa de México en el Organismo Internacional de Energía Atómica.

(Tomado de Einstein y México)

El doctor Carlos Graef Fernández nació el 25 de febrero de 1911, en Guanaceví, Durango. Se fue en la Ciudad de México, en febrero de 1988.

En una semblanza del doctor Graef, realizada por su amigo el doctor Alberto Barajas Celis (1989), éste recordó varios momentos de su vida y obra, como los ocurridos en el primer congreso científico realizado en México, que tuvo lugar en Tonanzintla, Puebla.

 

 

Extraordinario y Brillante
Destacado científico mexicano
El más grande gravitacionista
Defensor de la soberanía energética de México

El doctor Carlos Graef Fernández nació el 25 de febrero de 1911, en Guanaceví, Durango. Se fue en la Ciudad de México, en febrero de 1988.

En una semblanza del doctor Graef, realizada por su amigo el doctor Alberto Barajas Celis (1989), éste recordó varios momentos de su vida y obra, como los ocurridos en el primer congreso científico realizado en México, que tuvo lugar en Tonanzintla, Puebla.

"¿No cree usted que Carlos fue una estrella del simposio?", me preguntó el gran matemático George David Birkhoff al terminar el congreso que se realizó para inaugurar el Observatorio Astrofísico de Tonantzintla. "Sin la menor duda", asentí. Recuerdo que las personas que se habían comprometido con el director Luis Enrique Erro a traducir los trabajos científicos extranjeros por alguna razón no llegaron a tiempo. Erro le pidió a Graef que lo ayudara en la emergencia encargándose de la traducción. Habló en Inglés el primer conferenciante y Graef lo escuchó atentamente sin interrumpirlo. Al terminar la exposición hizo una síntesis muy precisa del trabajo, subrayó las conclusiones más interesantes, intercaló comentarios ingeniosos y amplió explicaciones sobre gráficas y diagramas”.

“Al cabo de algunas horas de esta manera inesperada de traducir, el doctor Harlow Shapley, no pudo contenerse e interrumpió la sesión para decir: "Estamos asombrados de la transformación que sufre un trabajo cuando Graef lo vierte al español. Se vuelve más brillante y más comprensible; como si el traductor conociera el artículo mejor que el autor".

El doctor Barajas refirió como fue que se unieron al trabajo del doctor G. D. Brikhoff.

“Birkhoff, impresionado por el talento de Graef, aceptó con gusto la invitación que le hizo el Instituto de Matemáticas para venir a trabajar en 1943. Guiados por él, Roberto Vázquez y Francisco Zubieta construyeron el primer continuo lineal y homogéneo que se conoce, además del de los reales; con Javier Barros Sierra intentó un nuevo camino en geometría diferencial, partiendo de propiedades globales; con Graef y conmigo trabajó en la teoría de la gravitación que había presentado en México en 1942. Nuevamente lo sorprendió Graef al resolver el difícil problema de los dos cuerpos en dicha teoría. Seguramente pensando en esta hazaña Birkhoff se refería a mi ilustre amigo como el " poderoso matemático Carlos Graef". También la explicación que dio Graef de la curvatura de los rayos luminosos y del corrimiento hacia el rojo de las rayas espectrales le pareció a Birkhoff preferible a la que él presentó originalmente. Entusiasmado Birkhoff con el éxito de su visita a México, invitó a Graef como profesor de relatividad y gravitación a la Universidad de Harvard. El curso fue un gran éxito” (Barajas 1989).

El significado de la obra de don Carlos lo expresó el doctor Barajas como sigue. “Graef significa una nueva época, una filosofía de la vida, una forma de la alegría, una nueva actitud mental ante la ciencia. Creo que la idea de las generaciones, oleadas de la humanidad cada quince años, nos ayuda a situarlo. Sotero Prieto es indudablemente el maestro al que se debe el desarrollo moderno de las matemáticas y la física. Sotero pertenece a la generación de Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Diego Rivera. Quince años más jóvenes aparecen en literatura y filosofía, los integrantes del grupo contemporáneos, con José Gorostiza, Salvador Novo, Jaime Torres Bodet, Samuel Ramos, Jorge Cuesta... y en matemáticas Alfonso Nápoles Gándara, Manuel Sandoval Vallarta, Mariano Hernández, Antonio Suárez. Quince años después surge Carlos Graef. Son sus contemporáneos Nabor Carrillo, Alberto Barajas, Ernesto Rivera, Bruno Mascanzoni, Miguel Urquijo, y literatos y sociólogos como Octavio Paz, Fernando Benítez, Arturo Arnáiz, José Iturriaga, Leopoldo Zea, Jorge Carrión”.

Los doctores Graef y Barajas se habían iniciado, en 1931, en el estudio de la ingeniería petrolera pero prefirieron seguir las matemáticas. Ambos fueron discípulos de Sotero Prieto, uno de los grandes matemáticos mexicanos de todos los tiempos junto con Alfonso Nápoles.

En 1940, el doctor Graef se doctoró en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) con un trabajo intitulado “Orbitas periódicas en la rotación cósmica primaria” (Bol. Soc. Mat. Mex. V. I (3) 1), tema propuesto por el doctor Manuel Sandoval Vallarta, según el cual una emisión abundante de partículas cargadas provenientes del Sol puede causar perturbaciones magnéticas. En este trabajo, el doctor Graef abordó, por primera vez, un problema de ecuaciones diferenciales en tres dimensiones. “Un resultado principal, que todas las trayectorias periódicas cortan al ecuador magnético, quedó comprobado años mas tarde cuando se descubrieron las bandas de Van Allen, los cinturones mortales de rayos cósmicos que rodean a la Tierra, tan importantes para los astronautas”, según explicó el doctor Barajas.

El doctor Graef ocupó diversos cargos académicos e institucionales. Fue gobernador del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en representación de México. En 1955, participó en la formulación de la Ley que creo a la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN). Cuando se redactó el Tratado de Tlatelolco para la proscripción de armas nucleares en América Latina, el embajador Alfonso García Robles, futuro Premio Nobel de la Paz, se apoyó en el conocimiento y consejos del doctor Graef. Fue director del Instituto de Física, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, asesor científico de la CNEN, del Instituto Nacional de Energía Nuclear (INEN) y del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), así como gerente del Ciclo de Combustibles Nucleares de Uranio Mexicano (Uramex). Creador del Instituto de Matemáticas de la UNAM; de la Sociedad Mexicana de Física, de la Sociedad Mexicana de Matemáticas, del Observatorio Astronómico de Tonanzintla, del laboratorio del acelerador de partículas Van de Graaff y del laboratorio de ultracentrífugas de la CNEN, luego INEN e ININ.

Pero los trabajos más importantes del doctor Graef fueron en la gravitación. En 1970 fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencias de México. Los doctores Graef, Barajas y Sandoval Vallarta trabajaron en la Teoría de Gravitación de Birkhoff bajo su propia dirección. Con esta influencia el doctor Graef estudió el problema de los dos cuerpos, dentro de la Teoría de Gravitación de Birkhoff. Esta fue una teoría alternativa a la de Einstein y se planteaba establecer leyes sobre el espacio-tiempo y la gravitación.

Entre otros trabajos del doctor Graef en esa época están los indicados en las presentes referencias. Pero, además, fue un extraordinario maestro, sus clase se recuerdan con emoción y admiración. Los apuntes de sus lecciones son de colección por precisos, ordenados, profundos y sencillos a la vez. Su manera de explicar, matemáticamente, la Teoría de Relatividad General era, simplemente, única.

Como amigo, el doctor Graef fue una extraordinaria persona y, como tal, de alta estima por su interés en México y sus problemas, principalmente en el sector de la energía. Durante mucho tiempo, estuvo relacionado con la energía nuclear y fue un decidido defensor de la soberanía nacional en la materia.

En 1949, participó en el decreto que consideraba reservas nacionales a los minerales de uranio. Fue uno de los creadores de los organismos nucleares de México, desde la Comisión Nacional de la Investigación Científica (CNIC), adscrita a la UNAM, y sus posteriores transformaciones como CNEN, INEN e ININ. En 1968, puso la primera piedra del Centro Nuclear de Salazar.

En 1977-78, los doctores Carlos Graef y Alberto Barajas, junto con otros investigadores, apoyaron la lucha de los trabajadores nucleares del SUTINEN (Secciones Nucleares del SUTERM). Directa y personalmente, el doctor Graef intervino ante el gobierno de la República para manifestar el absoluto rechazo a la división del INEN y a la privatización del uranio mexicano del cual se pretendía una desmedida exportación que sería legitimada por la ley.

Los doctores Graef y Barajas fueron nuestros amigos, en la época de los nucleares de la Tendencia Democrática que, en 1974, logramos la última propuesta positiva a la Constitución política del país. En 1974, propusimos que, al igual que en materia de petróleo y de energía eléctrica, corresponde a la Nación el dominio sobre la utilización de los combustibles nucleares para la generación de energía nuclear. Esto se agregó como párrafo 7º. al artículo 27 Constitucional, adicionando que, en México, la energía nuclear solo podrá tener aplicaciones pacíficas (Bahen 1979a).

Los materiales radiativos, se elevaron a una categoría similar a los hidrocarburos en el párrafo cuarto del mismo artículo 27. Tanto, la energía nuclear como las actividades con los minerales radiativos, se consideraron estratégicas, a cargo exclusivo del Estado, según quedó registrado en el párrafo cuarto del artículo 28 constitucional.

En 1977, como resultado de la lucha de los trabajadores nucleares y la sensibilidad de algunos legisladores se “congeló” la iniciativa privatizadora nuclear y, en 1978, luego de un intenso debate nacional, se aprobó la primera Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear (Ley nuclear), misma que recogió la mayoría de las propuesta que hicimos los trabajadores, y los investigadores encabezados por el doctor Graef.

La propuesta de los investigadores Carlos Graef, Alberto Barajas, Armando López, Mario Vázquez, Arnulfo Morales, Ariel Tejera y otros fue una sola, en la misma frecuencia de los nucleares de la Tendencia Democrática movilizados: defender la soberanía energética de México. Como resultado, junto con otros sectores sociales mexicanos, impedimos la privatización del uranio. En la Ley nuclear que fue aprobada, la privatización fue, sencillamente, eliminada de manera total y explícita del texto legislativo (Bahen 1979b).