(Del libro "Nuestros maestros" ) UNAM, 1992
Es un grato compromiso elaborar la semblanza de uno de los profesores eméritos de nuestra Universidad, en particular tratándose de alguien como el maetro César Alejandro Rincón Orta, quien tiene una trayectoria profesional admirable y además reúne las condiciones de maestro total. Sus principales maestros fueron sus padres. Entre los profesores que recuerda con más cariño se encuentra Manuel Martiniano Chacón, quien con su clase de Artimética en los dos primeros años de primaria, presentada a base de juegos y de cálculos mentales, inició su afición y determinó su vocación por las matemáticas; también Leopoldo Ayala, su maestro de zoología en la escuela secundaria, por la capacidad admirable de suplir a cualquier profesor que eventualmente faltara a clase, sin importar la materia ni el tema que estuviera tratando; Doña Atala Mendoza, quien impartía las clases de literatura en forma tan amena y divertida que fomentaba en sus almunos la afición y con ello, el hábito de la lectura; doña Consuelo Patiño viuda de Sánchez, notabilísima maestra de geografía, al mismo tiempo que doña Juanita García Junco, su maestra de Físcia, que por entonces se desmpeñaba también como la perita química de la policía y compartía con sus alumnos las emociones derivadas del ejercicio de su profesión en la época del tristemente célebre Goyo Cárdenas.
... soy muy provinciano, soy de Chiapas, y me encanta mi familia. César
A través de esta forma incuestionable de mostrar los beneficios que aportaba a la sociedad del ejercicio de su profesión, estos docentes seguramente influyeron en el maestro Rincón para que eligiera su primera carrera: químico metalurgista. Cuando el maestro Rincón supo de la existencia de una carrera de matemático, retomó su primera vocación como su segunda carrera. Fue alumno de un extraordinario maestro de matemáticas: el señor Andrés García Pérez, quien seguía un espléndido esquema para sus clases: motivación, definición(es), terorema, demostración, corolario, casos especiales y ejercicios de aplicación. Entre sus maestros de preparatoria recuerda al notable don Esteban Minor, de quien aprendió a ser puntual, no faltar nunca a clases ya respetar profundamente a sus alumnos; los excepcionales maestros de Literatura Erasmo Castellanos Quinto y Carmen Millán.
Ingresó al H. Colegio Militar, mismo que abandonó a los tres días, cuando le informaron que la carrera de Ingeniero Químico no estaba abierta durante ese ciclo escolar; fue así como ingresó a las Escuela Nacional de ciencías Química, de la que recuerda, entre sus maestros distinguidos, al ingeniero Benito Bucay, quien por segunda ocasión impartía su innovadora clase de Cálculo con sus novedosas Tablas de Jacobianos, tan útiles como fáciles de utilizar; al ingeniero Alejandro Purón, por la claridad de sus explicaciones, al profesor don Bernardo Eguia Lis, entre muchos más, y sobre todo al maestro Eduardo Schmitter, de quien luego fuera ayudante en su clase de mineralogía y de quien el maestro Rincón obtuviera grandes beneficios de sus enormes conocimientos teóricos y prácticos, a lo largo de todo el tiempo que trabajaron juntos en el Instituto de Geología de la Universidad Nacional. El maestro César Rincón inició su trabajo profesional al obtener eu título de Químico Metalurgista en 1958, con una tesis que mereció mención honorífica. Se inició como investigador en el Instituto de Geología de la UNAM al que ingresó en 1958 y en el que permaneció hasta 1964. Este mismo año obtuvo por oposición abierta la cátedra de Preparación de minerales. Ingresó a la Facultad de Ciencias para obtener su licenciatura en Matemáticas, sus maestros fueron una verdadera pléyade de luminarias, cada uno es su especialidad, entre los que destacan los doctores Lluis, Cárdenas y Torres, entre otros, y como la formación es mutua, el maestro Rincón considera también a varios de sus más brillantes compañeros: maestro en ciencias Alejandro Bravo, doctor Diego Bricio Hernández y al maestro Carlos Velarde. Posteriormente el maestro Rincón se trasladó a la Universidad de Arizona para realizar estudios de posgrado en geología, en la especialidad de Geoquímica.
Al reintegrarse al Instituto de Geología participó en numerosos proyectos de investigación, parte de los cuales dieron lugar a tesis la mayoría con mención honorífica; otros se hicieron publicaciones en las revistas especializadas, tanto nacionales como internacionales.
El libro de texto que se utiliza en la cátedra de geoquímica en la carrera de Ingeniero Geólogo en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional (IPN) es otra tesis que dirigió el maestro Rincón Orta: Desarrollo de un método analítico, basado en la determincación cuantitativa de huellas de elementos, para la localización de provincias con anomalías geoquímicas.
Quizá su trabajo más sobresaleinte consistió en la planeación , instalación y funcionamiento del Laboratorio de Geocronología de la Universidad, pionero en América Latina en este renglón de la geoquímica, lo que se manifestó en numerosas publicaciones; muchas de ellas en colaboración con los geoquímicos más destacados de Estados Unidos de Norteamérica, como los doctores Fries, Damon y Silver, así como geólogos del primer plano nacional, como Pantoja, Scerna, Schlaeffer, entre otros. El conjunto de estos trabajos constituyen una aportación significativa en el conocimiento geológico de México.
Sin embargo, el maestro Rincón Orta, convencido de la necesidad de corregir la falacia de la suspuesta dificultad en el conocimiento de las matemáticas, se dedicó a impartir cátedras en todos los niveles académicos, desde secundaria hasta posgrado; no solamente en los diversos planteles de la Universidad, sino también en los del IPN (Instituto Politécnico Nacional), en escuela particulares y universidades de provincia.
En cada nivel contribuyó a la formación de muchas notables generaciones que habrían de destacar en sus labores dentro de sus planteles de adscripción. Por mencionar algunas importantes individualidades a cuya formación colaboró César Rincón, podríamos señalar que en un trabajo de equipo con los doctores Lluis y Díaz Barriga, del Instituto de Matemáticas de la UNAM, fundaron la maestría en docencia de matemáticas en la Universidad Autónoma de Querétaro, misma que iniciaron desde la preparación del profesorado que integraría la planta docente, para lo cual hubo que dirigir sus tesis de posgrado, (once de maestría, de las cuales nueve obtuvieron mención honorífica). Ante estos logros, el maestro Rincón y los doctores Lluis y Díaz Barriga fueron solicitados para crear la carrera de matemático dentro de dicha Universidad. Trabajos igualmente destacados ha realizado el maestro Rincón en las universidades de Yucatán, Nuevo León, Jalisco, Chiapas, Coahuila y del Estado de México.
En el área de las matemáticas, más de una centena de profesores de reconocido prestigio han sido formados esencialmente dentro de la especialidad por el maestro Rincón y desempeñan labores de gran responsabilidad en todo el país. Por ejemplo el ingeniero Agustín Pacheco Cárdenas, director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro; el ingeniero Alejandro Padilla González, coordinador del Centro de Investigación de Ciencias Básicas de la UAQ; el ingeniero Sotero Ramírez de León, presidente de la Academia de Matemáticos del Tecnológico de Querétaro; el ingeniero Antonio Agustín Ordaz, jefe de la Academia de Profesores de Matemáticas de la UAQ; la matemática Edna Cárdenas Cuenca, jefa de la Departamento de Fisicoquímica de la Facultad de Química de la UNAM; el maestro en ciencias Manuel Andrés del Río; la doctora Hortensia Galeana Sánchez, una de las más destacadas investigadoras del Instituto de Matemáticas de la UNAM.
Dentro de la investigación educativa ha establecido la interrelación de la química con las matemáticas en diversad publicaciones, algunas de ellas son: Geometría molecular, Caracas, 1984; Métodos matemáticos para la termodinámica y balanceo de relaciones químicas por métodos algebraicos.
Invitado por la Academia de la Investigación Científica, participó junto con al ingeniero Arturo Rincón en el ciclo Domingos en la Ciencia, con la construcción de un circuito sumador que destaca la relación entre la matemática, la computación y la inteligencia artificial; todo lo cual reintegró en un trabajo titulado: Cómo hacer una máquina que piense, conferencia que se difundió a solicitud de las autoridades correspondientes en Toluca, San Luis Potosí, Jalapa, Uruapan, Cuernavaca, Moterrey y otras ciudades,
En sus más de 30 años de labor docente y de investigación, el maestro Rincón ha dictado no menos de 200 conferencias, impartido más de 100 cursos y dirigido más de 60 tesis de licenciatura y posgrado. Ha desempeñado numerosos cargos: jurados calificadores, comisiones dictaminadoras, consejero técnico, consejero uniersitario, jefe del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Química, y delegado al Congreso Universitario. En los casos en que los reglamentos lo permiten, desempeñó estos cargos, por varios períodos, ya que su eficiencia, dedicación y el ambiente grato que genera en sus grupos de trabajo así lo reclaman. De sus actividades no académicas sabemos que durante su época de estudiante trabajó de jardinero y leñador, actor, guitarrista y cantante; perteneció a la selección de futból en la preparatoria y a un equipo de natación ya en Ciudad Universitaria. Practicante asiduo del frontenis y el squash comparte ahora estas actividades con sus hijos.
Miembro fundador del grupo musical de los hermanos Rincón, como guitarrista, cantante y animador, participó en numerosos programas radiofónicos, televisivos y de teatro, así como en giras artísticas por el interior del país, y en la grabación de más de diez discos de larga duración para la marca Polygram.